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15. Novela picaresca



Se rió muy contenta y me dio la mano.

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El casamiento de Laucha: vínculo con la novela picaresca

1. La herencia de la novela picaresca

El casamiento de Laucha puede leerse como una adaptación argentina y moderna de la novela picaresca, un género literario que surgió en España en el siglo XVI y que dejó una profunda huella en la tradición narrativa occidental.

La novela picaresca original —con obras como Lazarillo de Tormes (1554), Guzmán de Alfarache o El Buscón— narra las desventuras de un personaje marginal que debe arreglárselas en un mundo injusto, corrompido e indiferente.
Estos protagonistas, llamados pícaros, comparten varios rasgos fundamentales:

  • Son de origen humilde o despreciado.

  • No tienen grandes ideales: su principal objetivo es sobrevivir.

  • Apelan a la astucia, la mentira o el engaño para mejorar su situación.

  • Viven una existencia inestable, moviéndose de un amo a otro, de un lugar a otro.

  • Relatan su historia en primera persona, con tono de confesión o de relato de vida.

Laucha conserva muchos de estos rasgos, pero a la vez Payró adapta la figura del pícaro a su propio tiempo y a su propio país:

  • Laucha no es solo un vagabundo marginal: representa a ese sector de la sociedad argentina rural que vive entre la pobreza y la improvisación permanente.

  • Su picardía no es grande ni heroica, sino de baja escala, casi tierna: hace pequeños engaños para sostenerse, más que para enriquecerse.

  • Mientras el pícaro clásico suele mostrarse cínico y resignado, Laucha todavía conserva algo de esperanza, de simpatía por la vida.

  • El humor en El casamiento de Laucha suaviza la crítica social que, en los relatos picarescos originales, era más amarga o directa.

Hay otra diferencia importante: en las novelas picarescas clásicas, el pícaro suele ser víctima de amos crueles y de una sociedad despiadada.
En cambio, Laucha no tiene verdaderos "amos" —sólo circunstancias adversas— y su historia está menos marcada por la violencia y más por una cadena de pequeños fracasos y autoengaños.

En síntesis, El casamiento de Laucha no es una copia de la novela picaresca, sino una relectura criolla de ese modelo: un pícaro humilde, rural, simpático, que se desliza entre oportunidades y caídas, atrapado en su propio sueño de salvarse sin perder su libertad.

Payró no condena a su personaje. Más bien lo mira con una mezcla de ironía y compasión: Laucha es el hijo inevitable de una sociedad de escasos recursos y de amplias ilusiones, donde la astucia parece la única forma de aspirar a algo más.


2. El casamiento como estrategia

Luego de ganarse la confianza de Doña Carolina y volverse indispensable en su vida cotidiana, Laucha comprende que el camino para asegurarse un futuro mejor es casarse con ella.
Sin embargo, no planea un casamiento tradicional ni basado en el amor sincero: busca una forma de unión que le permita mantener su independencia y, en el fondo, su posibilidad de escapar si las cosas se complican.

Con la ayuda del cura Papagna, que accede a realizar una boda "irregular" a cambio de dinero, Laucha arma un casamiento a medias: sin registro, sin garantías legales, solo una ceremonia de apariencia.
De este modo, cree atar a Doña Carolina mientras deja abierta su propia puerta de salida.

Este momento marca el punto más alto de su picardía: la farsa de la boda parece su gran victoria. Pero el tono del relato, que sigue siendo humorístico, deja entrever que no todo saldrá como planea.


Preguntas para pensar esta etapa

  • ¿Qué elementos tradicionales de la novela picaresca están presentes en la historia de Laucha? ¿Qué rasgos son nuevos?

  • ¿Cómo interpreta Laucha el casamiento: como un acto social, económico o afectivo?

  • ¿Qué rol cumple la corrupción del cura Papagna en la construcción de esta "alianza" entre Laucha y Doña Carolina?

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